La felicitación de Navidad de este año nace de una historia real. Una de esas que dan sentido a lo que hacemos y nos recuerdan nuestro propósito, el para qué trabajamos cada día.
Este año, Matia ha querido que su felicitación de Navidad tome forma a partir de las historias de las verdaderas protagonistas: las personas a las que acompañamos. En esta ocasión, lo hace a través de la obra de Feli Costa, cuyas ilustraciones dan vida a los ocho diseños que componen la felicitación navideña.
Feli llegó a Donostia desde Barcelona a los 78 años. Lo que comenzó como una actividad de ocio en un centro social se convirtió con el tiempo en una pasión: la pintura. Desde entonces, ha seguido aprendiendo, explorando y creando, con la constancia de quien no se rinde, borra y vuelve a empezar cuando algo no sale como esperaba. Hoy, con casi cien años, continúa pintando y desarrollando su talento.
Su trayectoria y su manera de seguir creando nos hablan de aprendizaje, perseverancia y de la importancia de generar entornos que posibiliten que las personas continúen desarrollando aquello que es importante y significativo para ellas a lo largo de la vida.
Además del envío corporativo, Matia ha querido que esta felicitación sea un gesto compartido. Por un lado, se han distribuido felicitaciones en papel para que las personas que viven o a las que acompañamos puedan utilizarlas para felicitar la Navidad a quien deseen, compartiendo sus propios deseos y manteniendo vínculos significativos.
Por otro, se ha creado un espacio web desde el que cualquier persona puede elegir uno de los diseños creados por Feli, escribir sus propios deseos y descargar la felicitación en formato digital para compartirla fácilmente. https://www.matiafundazioa.eus/es/felicitacion-de-navidad
De este modo, la felicitación de Navidad se convierte en algo más que una postal: en una oportunidad para expresar, compartir y seguir conectando, desde lo que es importante para cada persona.




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